Variedades tradicionales del Duero, especialmente Touriga Nacional, Touriga Franca y Tinta Roriz y Sousão. Viñedos hasta 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Con suelo de grava, intercalado con granito en algunos lugares.

 Recogidas a mano en el momento óptimo, las uvas se despalillan, se estrujan y se convierten en vino mediante un proceso de maceración cuidadoso para extraer su color, sus taninos y sus aromas, potenciado por el batido constante durante la fermentación. Ésta se lleva a cabo en cubas (lagares) a una temperatura controlada (entre 28 y 30 °C) hasta que se alcanza el grado de dulzor adecuado (baumé). En este punto, se añade aguardiente de uva para crear el vino fortificado final. Se trata de un vino de gran calidad, elaborado a partir de una sola cosecha, que se embotella entre 4 y 6 años después de la cosecha.